AUTOR: Grupo Suan (Pacheco Bianora –
Pájaro Lobsang – Villadiego Luz )
El concepto de calidad de la educación genera
cierta confusión e incertidumbre, por su carácter polisémico, que no permite establecer
realmente el verdadero nivel de cualificación de un sistema educativo. Desde el
punto de vista de la equidad, la calidad
consiste en asegurar que todas las personas tengan oportunidades equivalentes
para lograr su desarrollo personal; es decir, igualdad de acceso e integración
al sistema y la posibilidad de apropiarse de los conocimientos que este ofrece
a todos los estudiantes (Cantón, 2004).
En Colombia, actualmente no se
puede hablar de calidad educativa desde
la equidad porque aún existen segmentos de la población estudiantil que no
tienen iguales oportunidades para acceder al sistema educativo de calidad que
garantice su permanencia y disminuya los índices de deserción escolar. Así
mismo, no todos los estudiantes tienen
las mismas posibilidades de aprovechar al máximo los recursos necesarios para el aprendizaje, con
el fin de apropiarse del conocimiento que le garantice aprendizajes funcionales para
la vida. Otro factor de inequidad, lo constituye la integración de estudiantes con necesidades educativas
especiales, a quienes no se les atiende de manera efectiva.
La calidad de la educación también se
define desde la eficacia, entendida como la correspondencia entre los
propósitos y los resultados o logros que se alcanzan en el proceso educativo,
mientras que la eficiencia se refiere a cuán adecuada es la utilización de los
recursos y medios disponibles para obtener dichos propósitos ( Posada, R. 2005). En este sentido, tampoco se puede hablar de calidad
educativa desde la eficacia y eficiencia
en el país, porque no se da una verdadera planificación, seguimiento y
evaluación de los procesos que posibiliten el mejoramiento continuo. En
relación con el uso eficiente de los recursos para el aprendizaje, se percibe
que el proceso pedagógico no se apoya en las herramientas necesarias
para que el aprendizaje sea significativo. Aquí se encuentran muchos
factores que le restan eficiencia y eficacia al proceso, tales como deficiencia
en la administración de los recursos educativos ( logísticos y financieros) y
la falta de compromiso de un sector del profesorado que ejercen su función
docente sin tener presente los objetivos de la educación relacionado con la formación integral de los estudiantes.
Según la política educativa colombiana, una
educación de calidad es aquella que forma mejores seres humanos, ciudadanos con
valores éticos, respetuosos de lo público, que ejercen los derechos humanos y
conviven en paz. Una educación que genera oportunidades legítimas de progreso y
prosperidad para ello y para el País. Una educación competitiva que contribuya
a cerrar brechas de inequidad centrada en la institución educativa y en la que participa toda la sociedad (MEN).
Analizando las exigencias implícitas en
este concepto, es posible notar que en la actualidad, el nivel de calidad en la
educación en Colombia dista en forma significativa del ideal contemplado por el
Ministerio, porque aún se percibe la falta de operatividad de las políticas
educativas; se plantea aumentar los niveles de cobertura, a través de la gratuidad educativa en todos
los niveles, mejoramiento de infraestructura, alimentación escolar y jornada
única; sin embargo estas estrategias no garantizan la calidad educativa
esperada por el gobierno, por que debe ir de la mano con procesos pedagógicos
de calidad al interior de las instituciones educativas, que conduzcan al
mejoramiento continuo.
De igual forma, el hecho de que las
mediciones para la emisión de juicios sobre el nivel de calidad de la educación
en el país estén basados únicamente en la implementación de estándares generales
en las pruebas nacionales e internacionales, sin tener en cuenta la realidad
contextual a nivel local, regional y nacional, poco motiva la búsqueda de seres
humanos formados en valores,como lo promulga el MEN, que atiendan la necesidad
de convivir en paz en la sociedad colombiana, ante la degradación social que se
ha padecido como consecuencia de la situación de conflicto en la que el País se
ha visto inmerso durante mucho tiempo.
De lo anterior podemos concluir, que a
pesar de que la política educativa colombiana contempla objetivos claros para
la disminución de la brecha de inequidad en el país, implementando programas
para su operatividad (ser pilo paga) no es suficiente para alcanzar la calidad desde la equidad. En
relación con la cobertura, no es suficiente facilitar las condiciones de acceso
al sistema, sino se requiere la adopción de estrategias y procesos que motiven
al estudiante a permanecer dentro del mismo; esto implica la evaluación
continua del currículo, que conduzca a su rediseño y garantice la atención a
las necesidades contextuales.
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS
·
POSADA, R, (2005). Calidad de la educación y organizaciones escolares inteligentes. Editorial
Santillana. Barranquilla – Colombia. pp 4-5
·
CANTON (2004). Planes de mejora en los centros educativos. pp 38 - 56
·
BRIS, M. Realidad
y perspectiva de los centros educativos: Retos para el siglo XXI. pp 25 -
35
Bueno el análisis sobre la calidad educativa colombiana, es necesario tener todos los elementos claros para que las instituciones sean generadoras de procesos de calidad educativa. El logro de la calidad educativa es un paso muy importante para que se logre oportunidades equitativas para todos, y las brechas sociales se cierren, aunque hay que tener claro que la escuela no es la única responsable de que esto se desarrolle para ello todos los estamentos deben contribuir brindando calidad en sus procesos.
ResponderEliminarBuenas noches apreciado compañeros.
ResponderEliminarMuy interesante su percepción sobre calidad educativa en Colombia, los invito a pensar en las cosas positivas que a través del tiempo se han generado a partir de la preocupación existente por ese tema de gran relevancia a nivel mundial.
Inés Aguerrondo (1999) en su escrito nos hace reflexionar sobre la premisa de que “Las dos condiciones básicas que parecen importantes frente al futuro: conocimiento y valores, se distribuyen desde el sistema educativo, desde las escuelas”; y la escuela somos todos aquellos actores que de una u otra forma participamos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, especialmente los docentes que son eje principal para la puesta en marcha de procesos de calidad por ello resulta importante que aunque existan muchos impedimentos que nos hagan pensar que la calidad educativa es una utopía, debemos generar cambios desde nuestro quehacer como docentes y ahora investigadores, basados en herramientas que el gobierno ha puesto en nuestras manos para intentar adquirir tan anhelada calidad y que en muchas oportunidades las dejamos pasar aunque no sean las más pertinentes.
Si bien es cierto que no hay una equidad a nivel de políticas de gobierno, también lo es que somos llamados a reducir la brecha entre esas políticas y nuestro quehacer asumiendo una actitud reflexiva, crítica y activa en cada una de nuestras instituciones.
No con esto le quito responsabilidad al gobierno de muchos procesos de calidad truncados, pero, nuestro ser como maestros nos lleva a poner un granito de arena para ayudar a aquellos niños y jóvenes que merecen realmente UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD
Bendiciones.
Grupo investigativo INEM
Carlotica Mercado, Gloria Carrillo y Raúl Vanegas.